La población mallorquina de Alcúdia luce un color especial. El mar, los chiringuitos, los restaurantes, los bares de copas, la playa, las pequeñas calles con encanto, la gente que va y viene, todo la hacen muy turística y especial. Es lo que más les encanta a los turistas, especialmente, a los alemanes e ingleses. Son sus clientes más fieles.